Las organizaciones sin lideres
En una organización descentralizada no hay líder ni jerarquía ni oficinas centrales. Cuando surge un líder, este suele tener poco o ningún poder sobre los demás. Lo máximo que puede hacer esta persona es liderar a través del ejemplo. Este es un sistema abierto. La gente debe tomar sus propias decisiones. Pero esto no quiere decir que un sistema descentralizado sea necesariamente anárquico. Hay normas y reglas, pero nadie obliga a acatarlas. El poder está distribuido entre todas las personas involucradas y a través de regiones geográficas. Cuando es atacada, la organización descentralizada tiende a volverse aún más abierta y descentralizada. Esta se vuelve más fuerte mientras más la atacamos.
Ori Brafman y Rod A. Beckstrom
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