
Las nuevas fuerzas de trabajo manifiestan grandes dificultades para adaptarse a las normas que exigen las organizaciones. Dificultades reconocidas por los empresarios, pero no por los jóvenes. Dos quejas recurrentes son el alto nivel de rotación y el frágil lazo que generan con sus lugares de trabajo. Falta de compromiso, poca responsabilidad, indiferencia, impuntualidad son algunas de las características que se les atribuyen a los jóvenes de la Generación Y (1980-2000)