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miércoles, 13 de octubre de 2010

Las enseñanzas de Leonardo Da Vinci para buscar trabajo

Cómo lograr el interés del entrevistador en el entrevistado.

Por:  Pablo G. Berman,  
Director 
MAPLE LEAF HUMAN RESOURCES MANAGEMENT 

Para Clarín

En muchas oportunidades que he dado cursos y/o seminarios (tanto en Argentina, como consultor en recursos humanos, y en Canadá, donde asesoré especialmente a inmigrantes profesionales en busca de insertarse en el literalmente frio mercado canadiense) cuando me dicen cómo caerle sim-pático al entrevistador o al posible empleador, no puedo parar de sonreir y recordar la historia de Leonardo da Vinci.

¿Quién fue Leonardo da Vinci? Según la enciclopedia britannica: “… Pintor, artesano, arquitecto e ingeniero italiano. Su genio, tal vez mayor que el de muchas otras figuras, fue el epítome del ideal del Renacimiento. (…) Sus apuntes revelan un espíritu de investigación científico, así como una intuición mecánica que se hallaron siglos por delante del tiempo en que vivió…”.

Todo muy interesante… Pero, en mi humilde opinión, se olvidaron de añadir que fue un excelente hombre de marketing personal, puesto que dependía de los aportes que le efectuaban los mece-nas de la época renacentista, quienes sostenían su actividad artística como científica. Trabajó para nobles de distinta extracción e intereses como ser los Borgia (a quien les diseñó proyectos de ingeniería como también inspeccionó fortalezas), los Sforza (a quienes les hizo soberanas obras artísticas y espectáculos teatrales sin par a la época) o en proyectos hidráulicos, y, en sus últimos años de vida, al rey Francisco I de Francia, como ingeniero especialista en construcciones. Si ustedes quieren equiparar a Leonardo con un profesional actual de elevada rotación en distintas áreas no se hallan muy equivocados.

Pero, ¿cómo lograba convencer Leonardo a sus potenciales empleadores? Averiguando lo que a cada uno de ellos lo atraía: armas, arte, ingeniería, espectáculos, etc. Lo que sencilla-mente buscaba Leonardo era cómo caerle simpático al noble, su entrevistador, para lograr un encuentro. Y tras ese logro actuaba buscando que el noble levante su mirada y mueva su cabeza hacia él, de manera de determinar qué tema era de interés del noble. Y ese tema era el que Leonardo, con su genialidad, comenzaba a profundizar y avanzar, siempre buscando percibir qué era lo que llegaba a interesar al noble. La Historia demostró que sus técnicas de marketing le fueron bastante fructíferas.

Volviendo al presente no le pido que adquiera la genialidad de Leonardo, pero si le sugiero que utilice sus técnicas para lograr la simpatía del entrevistador (recordemos la definición de simpatía de la Real Academia Española “…Modo de ser y carácter de una persona que la hacen atractiva o agradable a las demás…”.

En síntesis, de tener la entrevista con el potencial empleador (su potencial gerente, el que deci-dirá), proceda de la siguiente forma:

Previamente:

-Infórmese sobre el rubro, de no conocerlo. Averigüe la incidencia en el mercado nacional y latinoamericano. ¿Exporta / importa? Dotación, ¿elevada / baja? Cada mercado tiene sus particularidades y es importante conocer dónde usted entraría (un ejemplo burdo, ¿entraría en una casa que no conoce sin prender antes la luz? Si su respuesta es afirmativa, lo felicito por su audacia).

-Infórmese sobre la Empresa. Desde los productos que desarrolla, sus Clientes, su presen-cia en el mercado. Toda información por mas nimia que sea, le dará a usted una idea cabal de lo que la Empresa pueda necesitar en este momento. Si es un holding, averigüe particu-larmente sobre la unidad de negocios a la cual usted está aplicando.

-Usted, ¿comparte la idea que la búsqueda de trabajo es marketing? Aquí tiene lo que se llama research, investigación del mercado al cual usted está aplicando. Es más, a veces esa averiguación puede encenderle a usted tantas luces rojas que prefiere buscar por otras áreas que a la empresa que le están ofreciendo incorporarse.

Durante la entrevista con el empleador,

-En los momentos que pueda explayarse sobre su experiencia y sus fortalezas, dedique atención a estudiar a su interlocutor y busque no extenderse en aquellos temas que su interlocutor puede no hallarse interesado (generalmente una mirada vacía, que lo ve a us-ted como algo transparente, habla que el tema que usted se explaya lo ha escuchado varias veces y no le interesa al menos a ese momento).

-Mientras habla, esté atento a un cambio en la mirada, en el cuerpo… ése es el tema que él está preocupado y por el cual puede buscar una persona de su perfil. Ése es el as-pecto que le llama la atención y usted deberá aprovechar su expertise en eso para extender-se y profundizar en el mismo. Si incluso el entrevistador le hace preguntas más concretas usted comprobará este tema.

-A veces un entrevistador puede hacerle una pregunta sobre un tema anterior que quiere pro-fundizar… ese podría ser el segundo tema que le llama la atención. Usted prosiga con la misma técnica pero con un objeto más particular.

Le reitero algo que está implícito: trate de averiguar por qué la Empresa podría estar intere-sado en Usted, sus necesidades y requerimientos. No haga como muchos candidatos con excelente experiencia que se preocupan más por expresar lo que ellos necesitan o, peor aún, que expresan lo que ellos pueden aportar a la Empresa de ser contratados… sin saber por la mirada del entrevistador qué es lo que ellos en realidad procuran incorporar.

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