Durante una escena de “Los Soprano”, la popular serie televisiva sobre la mafia, un gangster le dice a su jefe, Tony Soprano, que heredó dos millones de dólares y que él y su esposa piensan retirarse y mudarse a Florida.
“¿Qué eres, un jugador de hockey?” bromea Tony. Le recuerda a su amigo que prestó juramento y que, en su línea de trabajo, retirarse no es una opción. El gangster resulta ser también informante del FBI y termina por suicidarse.
Por suerte, la mayor parte de nosotros tiene mejores opciones de retiro. Sin embargo, los sistemas de seguridad social de los que muchos dependen para vivir con comodidad en la vejez, enfrentan la difícil realidad de una población que envejece, sobre todo en Japón y Europa occidental, donde la cantidad de trabajadores que mantienen a los jubilados se reducirá de forma drástica en las próximas décadas. Hasta China, la flamante superpotencia del mundo, tiene ante sí cifras desfavorables, una consecuencia inesperada de su política de un solo hijo por familia.
La fuerza de trabajo china, que impulsó el auge económico del país al proporcionar mano de obra productiva y barata para las minas, fábricas y cuadrillas de construcción, ha dejado de crecer, informó el New York Times.
Los especialistas en demografía dicen que la fuerza laboral empezará a reducirse dentro de sólo cinco años, mientras que la población envejece con rapidez.
Para 2040, se estima que el promedio de edad de los chinos será mayor que el de los estadounidenses, pero los chinos tendrán sólo la tercera parte del ingreso per cápita, ajustado por costo de vida, señaló el New York Times. Los especialistas señalan que eso hará de China el primer país importante en envejecer antes de alcanzar el pleno desarrollo económico.
“Se avecinan crisis demográficas tremendas, algo sin precedentes en la demografía china”, declaró al New York Times Wang Feng, que dirige el Centro Tsinghua de Políticas Públicas de Beijing.
Una de las soluciones a los problemas de jubilación del mundo puede ser pensar el proceso de envejecimiento de una nueva forma. En su libro “The Big Shift” (El gran cambio), Marc Freeman estima que el período posterior a la mediana edad y anterior a la etapa en que la vejez afecta nuestra capacidad física –aproximadamente entre los sesenta y los setenta y cinco años-, experimenta un cambio drástico, informó el New York Times.
En el libro, Freedman describe a Gary Maxworthy, que luego de la muerte de su esposa y de pasar décadas en el rubro gastronómico se incorporó a Vista, un programa nacional de servicios destinado a combatir la pobreza en los Estados Unidos. En un centro de distribución de alimentos sin cargo de San Francisco, Maxworthy creó un programa llamado “De la granja a la familia”, que distribuye productos con leves defectos, no adecuados para la venta en supermercados ni restaurantes, entre familias necesitadas de California. Fue la experiencia de Maxworthy, escribió Freedman, lo que le permitió crear un programa que ayudó a mucha gente a mejorar su dieta.
Por otra parte, encontrar nuevos desafíos ya avanzada la vida, es una buena forma de prolongarla.
El Dr. Howard S. Friedman, uno de los autores de “The Longevity Project”, un estudio sobre bienestar que analizó personas durante ocho décadas, dijo que tomarse las cosas con calma es algo que está sobreestimado. “Hay un error de concepto en relación con el estrés”, le dijo al New York Times. “Un trabajo difícil que también es estresante puede asociarse con la longevidad. Los desafíos, por más que sean estresantes, también se vinculan con una vida más larga".
En definitiva, dijo, “si la gente se compromete, trabaja mucho, tiene éxito, es responsable –independientemente del campo en el que se encuentre-, es más probable que viva más.”
New York Times.
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