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sábado, 7 de mayo de 2011

Formación para operarios en la cultura y hábitos del trabajo

Empleos y capacitación

30 ABR 2011 

La capacitación para operarios tiene poca tradición, pero es básica para dotar de sentido al trabajo, a partir de la interacción.


Por Guadalupe Piñeiro MichelSe
Llegan tarde y no avisan; no se comprometen con la tarea", son algunas de las quejas frecuentes de quienes trabajan con operarios. Sin embargo, son pocos los que se preguntan el porqué de estos comportamientos. Por eso, la capacitación de los empleados en este nivel juega un rol fundamental, aunque no siempre valorado.
A diferencia de lo que ocurre en otras áreas, "no existe una tradición de hacer cursos para los operarios.
Se escuchan estas demandas, pero no hay una propuesta de cómo resolver los problemas", señala Nora Socolinsky, directora general de la consultora NS, para quien la idea de formar a los obreros surgió a partir de la recurrencia de los reclamos. "A medida que escuchábamos quejas similares, empezamos a prestar más atención y a preguntarnos por qué sucedía siempre lo mismo", cuenta la consultora.





La respuesta era muy simple: por sus condiciones de vida o su entorno, muchos operarios no tienen una cultura de trabajo incorporada o no saben cómo hacer las cosas de otra manera. "¿Y por qué deberían saberlo? Los trabajadores se guían por los modelos que recibieron en sus hogares y después, nadie les enseñó", afirma la consultora.
Por eso es necesario que quienes trabajan con estos sectores no se limiten a evaluar resultados, sino que tengan en consideración los orígenes y el entorno familiar de sus empleados, para establecer un mejor vínculo laboral. Sobre esto, Socolinsky afirma que "hay quienes viven en condiciones precarias y estas problemáticas sociales generan inconstancia en lo laboral".
En este punto coincide Hilda Acosta, encargada de RR.HH. de la constructora Castagnino, que realizó una capacitación de operarios durante 2009. Allí participaron desde jefes de obra hasta ayudantes de albañil. "Algunos llegan sin ciertas normas de comportamiento.
Pero las empresas no deben intentar cambiar sus pautas culturales, sino acompañarlas y mejorarlas", recomienda.
Por ese motivo, Acosta sostiene que la capacitación no se redujo al ámbito laboral: también se trataron temas vinculados con el trabajo en equipo, el trato con los compañeros y la motivación. La directiva señala que otras ocasiones propicias para proponer mejoras son los asados de fin de año. Allí, los obreros asisten con sus familias y se sienten cómodos para expresar su opinión sobre el trabajo y qué cosas les gustaría cambiar. El secreto está en que "se sientan parte de un equipo y no una mera herramienta".
Otros rubros también realizan este tipo de cursos. Un ejemplo es el laboratorio Biosintex Ofar, que decidió trabajar con el nivel más operativo y de planta. La capacitación versó sobre comunicación interna y la búsqueda de un objetivo común entre los trabajadores.
"Gracias a ello, pudieron salir de la fragmentación de sus tareas y ver qué efecto tiene su trabajo en la totalidad del producto. Es fundamental que sepan para qué sirve su trabajo", remarca Maricel Levandovsky, directora del laboratorio.
Según ella, la capacitación fue exitosa por la interacción con los operarios, ya que no se trató solamente de una clase instructiva. De hecho, muchas ideas de mejora partieron de los propios empleados.
Futuros empleados Por otro lado, existen fundaciones que apelan a estos recursos para formar futuros empleados.
Un caso ilustrativo es el proyecto Cosiendo Redes, de la fundación Paz por la No Violencia Familiar.
Esta propuesta busca insertar laboralmente a gente en situación de pobreza en el rubro de indumentaria. Para ello, se dictan cursos que enseñan desde el armado del CV y el comportamiento en la primera entrevista de trabajo hasta cómo negociar el horario y el sueldo.
Como el 90% de quienes reciben la capacitación son mujeres, "es importante tratar temas vinculados con la organización familiar, ya que muchas no pueden despegarse del rol de madre e imaginarse como trabajadoras", explica Anabella Serignese, coordinadora del proyecto.La experta señala que es fundamental que los empleados comprendan no sólo qué pueden aportar a la compañía, sino también cómo su trabajo repercute en la sociedad.

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