Developing Companies for Real People

martes, 7 de diciembre de 2010

Varado en la hora pico de la vida

Repensando la carrera profesional 


Simon Kuper
Para LA NACION
Jueves 2 de diciembre de 2010 | Publicado en edición impresa




Hace una década, un amigo periodista y yo fuimos invitados a almorzar por un lector de Rotterdam que, según dijo, quería conversar sobre nuestro trabajo. Fuimos y nos encontramos con un tipo risueño y alegre, en la cincuentena, que más bien parecía tener ganas de hablar de sus compañeros de golf. Lo escuchamos con cortesía durante un rato. Cuando pasó a explicar su teoría de que las personas negras eran intelectualmente inferiores, el almuerzo terminó. No parecía un buen uso del tiempo de ninguno de nosotros.
Le pregunté después a mi amigo por qué creía que nos había invitado. Me explicó que el hombre pertenecía a una generación de europeos de mediana edad que no tenía nada que hacer. Esa gente se había retirado poco después de los cincuenta, en perfecta salud, y por eso jugaba al golf e invitaba a almorzar a cualquiera.
Ese hombre es hoy una figura que se está extinguiendo rápidamente: el hombre "ganapán", que deja de cumplir su función antes de los 60 años; es el símbolo de la carrera actual. Ahora, mientras debatimos la nueva edad de jubilación, podemos atisbar el perfil de la nueva carrera. Trabajar hasta cerca de los 70 es sólo el principio del asunto. En la nueva carrera laboral de 45 años de duración, cada etapa de la vida laboral será diferente.
La nueva carrera laboral es una creación extraña. Con frecuencia empieza sólo a mediados de la veintena de los trabajadores, cuando éstos salen de la universidad o cuando finalmente encuentran su primer empleo. En estos primeros años de la vida laboral, a las mujeres les va bien, porque la anticuada discriminación sexual prácticamente ha desaparecido. Ha sido reemplazada por la discriminación contra las madres. Mientras que antes las mujeres solían tener un cupo limitado, ahora las madres se desploman en el abismo: caen en empleos de tiempo parcial o de baja energía. La "etapa de la maternidad", lejos de ser una pausa durante los pocos años más frenéticos de la vida, con frecuencia dura hasta que la mujer se jubila. "El castigo es desproporcionado con el crimen", dice Sylvia Ann Hewlett, presidenta del Centro para la Política de la Vida Laboral, de Nueva York.
En la carrera actual, casi todos los buenos empleos se adjudican a hombres en la treintena o en la cuarentena. Como suelen ser jóvenes padres enterrados hasta la rodilla en los pañales, el resultado es el agotamiento. Lans Bovenberg, un economista holandés que está repensando "el curso de la vida", dice que las personas concentran cada vez más su trabajo "en la hora pico de la vida". David Cameron y Barack Obama son ejemplos de trabajadores que cumplen con empleos exigentes durante el momento en que más ocupados están criando a sus hijos.
Pero en la carrera de hoy, la hora pico de la vida es breve. A medida que los chicos crecen, la carrera declina. Casi todos los trabajadores en la cincuentena están en mengua. Se están volviendo menos productivos, aunque ganan sus más altos salarios: por ahora, dice Bovenberg, las personas están mal pagas en su juventud y se les paga en exceso cuando son mayores. Por eso los empleadores se deshacen de los trabajadores de más edad. Sólo alrededor de la mitad de las personas entre 54 y 65 años de los países occidentales siguen trabajando. Usualmente, después pasan un poco más de 20 años como jubilados.
En suma, la actual carrera laboral de 35 años de duración es disfuncional. Está densamente comprimida, asigna demasiado trabajo a los padres jóvenes, y demasiado poco a las madres y a la gente mayor.
Todo eso cambiará. Vivo en París, y en el boulevard donde está nuestro departamento, los manifestantes protestan contra los planes de ampliar la vida laboral hasta los 62 años. Los pósteres comunistas sobre la pared del hotel boutique local instan a la resistencia. De nada sirve. La Asamblea Nacional de Francia ha aprobado la ley. La edad jubilatoria de Estados Unidos se está aumentando hasta los 67 años, y la británica, hasta los 68. El japonés promedio trabaja hasta los 69.
Pero no sólo la edad jubilatoria está cambiando. Las empresas, los gobiernos y los académicos están repensando toda la carrera laboral. Las parejas que trabajan ya han reemplazado la idea del hombre como ingreso fijo único.
En la nueva carrera, estos trabajadores duales estarán activos durante 45 años, y en ese tiempo cambiarán de velocidad periódicamente. Pueden empezar por el carril rápido, trabajando full-time hasta que tienen hijos. Entonces, tanto los hombres como las mujeres necesitarán pasar un tiempo en el carril lento, aunque eso signifique una reducción de salario. Tienen muchos recursos para ese cambio de carril: el aumento de períodos sabáticos, el trabajo desde casa, la nueva ley británica que otorga a los trabajadores el derecho de pedir un cambio a un horario de tiempo parcial o flexible. En la vieja carrera, cualquiera que entraba al carril lento debía quedarse allí para siempre. Pero ya no funcionará así en la nueva carrera laboral, porque eso implicaría prescindir de la enorme parte de la nueva fuerza laboral que desea pasar tiempo con sus hijos, o que al menos siente que debería hacerlo.
Hoy los trabajadores usualmente empiezan a bajar la velocidad a fines de la cuarentena. En la nueva carrera, ése es el momento en que acelerarán, porque sus hijos han crecido. Una madre que reingresa al trabajo full-time a los 45 años tendrá por delante 20 años de carrera, tiempo más que suficiente para su desarrollo profesional. Trabajará duro hasta alrededor de los 60 -si no necesita tiempo libre para ocuparse de sus familiares ancianos- antes de volver a bajar el ritmo. Pocas personas de más de 60 años -hombres o mujeres- todavía quieren seguir trabajando a pleno. En la nueva carrera trabajarán menos, y su salario será recortado.
La nueva carrera equivale al moderno curso de la vida. Está en camino, aunque demasiado tarde para personas como yo, que estoy varado ahora en la hora pico de la vida.
© La Nacion
Traducción de Mirta Rosenberg

Simon Kuper, es columnista de deportes en el Financial Time. A partir del fútbol hace un análisis sociológico y cultural del mundo actual.Es un gran placer leerlo.




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