Programas corporativos
para los recién graduados
Muchos de los que transitaron esa experiencia critican la modalidad; los
expertos piden cambios ante las nuevas demandas de la Generación Y
La novata psicóloga sólo estuvo once meses en el
programa de jóvenes profesionales de una gran empresa de consumo masivo,
probablemente, uno de los más importantes de la Argentina. No lo había pensado
dos veces a la hora de elegir. Tuvo la posibilidad de viajar y, segura, lo
abandonó. Le quedaban tres años en la compañía anglo-holandesa y, si su
rendimiento acompañaba, tenía la promesa de quedarse con un buen puesto y un
sueldo acorde.
Algo cambia lentamente. Quizás sea el viejo sueño de
los jóvenes de entrar a grandes empresas, muchas veces a través de los
tradicionales programas, tal como fueron concebidos. Interminables procesos de
selección masivos, grupales e individuales, la eterna duración de algunos
planes, falta de mentores y de feedback, o falsas expectativas creadas chocan
con las demandas de las nuevas generaciones, más comprometidas con sus propios
valores que con el brillo profesional ofrecido desde las compañías.
Desde el mundo empresarial, tener un programa de
jóvenes profesionales se convirtió en sinónimo de prestigio. Para muchas
compañías pasó a ser un simple instrumento de marketing o comunicación, lo que
descuidó la tarea originaria de reclutar jóvenes y formarlos a largo plazo,
para que desarrollen su potencial en la firma.
Sin embargo, hay algunas empresas que aún apuestan a
los trabajadores como recursos estratégicos y que pueden mostrar que estos
programas funcionan para atraer y retener lo que hoy escasea: el talento.
"No la pasé bien", relata un ingeniero de 26
años que ingresó como joven profesional en una importante cervecera hace tres
años y que decidió irse antes de terminar el programa. "No sólo tenía un
horario interminable, sino que, después del entrenamiento general, me dejaban
fijo en sectores que no tenían interés para mí. Sentía que no me escuchaban,
que no les importaba si estaba a gusto o no", afirma. "El programa
tiene cada año miles y miles de aspirantes, así que no les importa si te vas, y
eso te lo dejan bien claro. Así que me fui", completa.
Pero las falsas expectativas no sólo afectan a
aquellos pertenecientes a la llamada Generación Y, sino también a los que
siempre vivieron como un sueño el ingreso a una gran empresa. Fernando entró
como analista junior en mayo de 2000 en una empresa pionera de telefonía
celular ya desaparecida. "Fui de la segunda camada. En la tercera se
suspendió el programa de jóvenes profesionales. No había posibilidades reales
de desarrollo", cuenta.
Estuvo siete años en la firma y se fue como analista
semi senior. La única posibilidad de crecer fue, según dijo, el momento en el
que la empresa echó a los mandos medios luego de una fusión. En ese entonces,
pasó del área de Finanzas a la de Marketing. "Además, todo estaba mal
organizado. En las primeras semanas no tenía ni computadora", comenta.
"Sólo hubo una enorme inducción, pero poca capacitación", relata.
"Vi la convocatoria en un diario", recuerda
Ignacio, un licenciado en marketing de 30 años. Fue a fines de 2006. Luego de
un psicotécnico y algunas entrevistas, entró al programa de jóvenes
profesionales de uno de los más grandes hipermercados de la Argentina, que
buscaba justamente jerarquizar a los gerentes de sus tiendas. "La idea era
que te formaran para ser gerente, pero nadie te capacitaba. Te tenías que
arreglar solo", critica. "Teníamos un tutor, pero al mes lo cambiaron
y el que vino, que era un jefe histórico, no estaba de acuerdo con el programa
porque pensaba que le estábamos sacando el trabajo", cuenta. "Además,
había una persona de RR.HH. encargada del programa pero no nos atendía el
teléfono. Todo parecía estar hecho para el marketing. Al año, el programa se
disolvió", agrega. Ignacio se quedó un año más en la empresa pero como
"un recurso normal", y luego se fue a una consultora.
No sólo aquellos que experimentaron un programa de
jóvenes profesionales se quejan. Incluso los que no fueron seleccionados tienen
algo que decir. "Fue un proceso muy largo que había terminado en un
diciembre y nunca me avisaron si quedaba o no", recuerda Pilar, sobre su
experiencia con el interminable proceso de selección para el programa de Exxon.
"Tuve que llamar mil veces hasta que, tres meses después, obtuve una
respuesta", dice la licenciada en Relaciones Laborales de 32 años.
CASOS
DE ÉXITO
Sin embargo, hay algunas empresas que pueden mostrar
buenas experiencias, sobre todo, en el desarrollo de carrera, y otras que
apuestan, después de una profunda reflexión sobre las nuevas demandas de los
jóvenes, a lanzar estos programas pensando en sumar talentos.
Un ejemplo es Nobleza Piccardo. Cuatro de sus actuales
siete directores ingresaron a la firma como jóvenes profesionales. Su actual
presidente, Alejandro Riomayor, entró a través de ese programa en 1995.
"La compañía busca generar líderes más allá de los conocimientos técnicos
que se tengan", dice Matías Szapiro, director del área de Asuntos
Corporativos y Regulatorios de la empresa, que también entró por ese programa.
A mediados de la semana pasada, Kimberly-Clark lanzó,
después de 15 años, su propio programa. "Buscamos reclutar talento
diferenciado", explica Martín Chávez, gerente de Recursos Humanos de la
empresa. "Lo pensamos por mucho tiempo y lo lanzamos cuando estuvimos
listos. Sabemos que si no se cumple con las expectativas que se crean, el
programa se te vuelve en contra", agrega, en referencia la iniciativa que
cierra el 26 de marzo y busca sumar a doce empleados que ganarán un sueldo de $
5000 brutos por seis horas de trabajo diario.
El año pasado, por lo menos 37 grandes empresas presentaron
su programa de jóvenes profesionales, según información compilada por Mercer.
El de Techint, uno de los pioneros, pagaba uno de los mejores sueldos ($ 7310
más beneficios). Era sólo superado por Dow Argentina, que ofrecía de $ 7400 de
sueldo. Vale aclarar que los salarios de los ingenieros, sobre todo los de
polos petroquímicos, son de los mejores en el mercado laboral.
También se lanzaron a la pesca Unilever, Quilmes,
Coca-Cola, Deloitte, Johnson & Johnson, Kraft, Nestlé, Tecpetrol, Procter
& Gamble, Zurich o Visa, entre muchos otros.
"Los millennials muestran bajo compromiso con sus
empleadores pero alto con sus carreras", cuenta Javier Goldsman, director
de Clima & Talento de Mercer. "Si se les ofrece perspectivas de
carrera realistas y se cumple, la inversión tendrá el retorno esperado",
agrega. "En caso contrario, estaremos tirando el dinero de los
accionistas. Debemos asegurarnos de cumplir con nuestra parte del contrato de
expectativas en cada momento."
"Hoy el trabajador dura dos o tres años en una
posición", explica Diego Kirschenbaum, director de Capital Humano.
"Un programa de jóvenes profesionales de esos tiempos no tiene mucho
sentido, y que la gente se vaya tiene un costo alto, al igual que contratar un
tercero para que te diseñe el programa.
"El problema aparece cuando sólo están [los
programas] porque sos una gran empresa y sí o sí lo tenés que tener",
sentencia Kirschenbaum, que pide planes con más flexibilidad, cortos y con
posibilidades de capacitaciones en el exterior. En tanto, Goldsman recomienda
no ya movimientos verticales en un escalafón tradicional, sino ofrecer a los
más jóvenes responsabilidades crecientes y asignaciones internacionales.
Caso contrario podría profundizarse lo que el
sociólogo y consultor Daniel Martínez observó en una encuesta de unos años
atrás: allí en más del 30% de una veintena de compañías consultadas sólo
finalizaban el programa entre un 60 y un 80 por ciento.
EN
NUMEROS
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$ 7400
Es el salario que ofrecía el año pasado la empresa Dow Argentina para sus jóvenes profesionales.
Es el salario que ofrecía el año pasado la empresa Dow Argentina para sus jóvenes profesionales.
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4
Son los años que dura el programa de jóvenes profesionales de la empresa Unilever, uno de los más extensos.
Son los años que dura el programa de jóvenes profesionales de la empresa Unilever, uno de los más extensos.
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$ 5000
Es el salario bruto inicial que ofrece Kimberly-Clark para en su programa lanzado la semana pasada.
Es el salario bruto inicial que ofrece Kimberly-Clark para en su programa lanzado la semana pasada.
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Domingo 04 de marzo de 2012 | Publicado
en edición impresa
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